La Asociación Juventud y Vida recoge en las instalaciones de la cocina del hospital, gestionada por UTE Arcasa-Clece, los excedentes que han quedado, garantizando las condiciones higiénico-sanitarias y un menú equilibrado y saludable.

Desde el pasado mes de marzo, del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona aporta menús diarios a personas con necesidades básicas de Tarragona que van al comedor social ubicado en el barrio tarraconense de Bonavista.

A través de la Unidad de Hostelería de la dirección de Servicios Generales del Joan XXIII, en colaboración con la empresa UTE Arcasa-Clece que ofrece el servicio de alimentación en el hospital, comenzaron a ceder voluntariamente parte de los excedentes alimenticios a la Asociación Juventud y Vida para apoyar el comedor social que gestiona esta entidad, ubicado en el barrio de Bonavista.
Juventud y Vida trabaja a fondo en una tarea de una gran valía para las familias más necesitadas de la zona. Diariamente, decenas de familias van a comer o a recoger sus comidas gracias a esta Asociación que contacta con muchas empresas que ceden productos alimenticios.

 

 

Se trata de un proyecto de aprovechamiento de recursos y de trabajo en red que contribuye a prevenir el desperdicio alimentario y, muy importante, a reducir el impacto de la pobreza en el área de Tarragona. El objetivo es proteger el derecho a la alimentación de la ciudadanía en riesgo de exclusión social y reducir sin embargo el desperdicio.

Concretamente, la colaboración del Hospital Joan XXIII se centra en ofrecer apoyo a parte de las comidas que se dan diariamente, desde las instalaciones del propio comedor, personas con necesidades básicas de Tarragona, garantizando un menú equilibrado y saludable .

De martes a viernes, la Asociación Juventud y Vida recoge en las instalaciones de la cocina del Hospital Joan XXIII los excedentes que han quedado de la producción, garantizando en todo el proceso las condiciones higiénico-sanitarias.

 

 

Se prevé dar continuidad al proyecto incluyendo sesiones de formación teórico-prácticas dirigidas a las personas voluntarias que ayudan al comedor social de Bonavista para capacitarlas en conceptos de higiene y manipulación de alimentos, así como también diversos talleres dirigidos a los usuarios sobre alimentación saludable, sostenible y económica. La cocina del Joan XXIII produce diariamente más de 1.500 comidas.

Originalmente publicado en Diari de Tarragona